miércoles, 21 de diciembre de 2016

Nunca será tarde

El tiempo fluye hacia la muerte como un río que desemboca en la nada. El tiempo se pierde entre la nada, entre la muerte. Entre nosotros, el tiempo se pierde; pero se encuentra cada vez que te miro a los ojos.
Me encuentro en tus ojos, pero que nadie lo sepa.
Que las paredes siguen teniendo oídos solamene para escuchar tu voz, que soy el aire de tu aliento, que sigo siendo a día de hoy la sombra de tus pasos, que soy tu angel de la guarda, quien sigue esperando tus pasos de retroceso, porque sabes que si avanzas será en falso, y si avanzas en falso tendrás que retroceder para encontrarme a mí. Y si me encuentras entonces habrás tomado el camino correcto de nuevo.
Nunca será tarde si al final del camino el destino eres tú, y el tiempo me pone en ese lugar vacío que queda a tu lado, pero que aun no ves.
Ese vacío que algún día cuando necesites una caricia mía, vas a encontrar justamente encima de tu pecho, en ese punto de encuentro en el que tu piel y la mía se conocieron. En esa rotonda tan suave, tan morena, en la que me gustaba dar vueltas sin sentido para llegar al mismo sitio pa que me envenenes.

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